El fabordón Dic nobis María
es una pieza breve atribuida a Antonio de Cabezón, publicada en el Libro de
cifra nueva, de Luis Venegas de Henestrosa (Alcalá, Joan de Brocar, 1557,
fol. 17=XVII, edición moderna: A. de Cabezón, Ausgewählte
Werke für Tasteninstrumente, edición de Bernal/Doderer, Bärenreiter 2010,
Vol I, pág. 8-9). Sirva como felicitación en esta Pascua 2025...
La pieza es en realidad una realización a cuatro
voces, más o menos homofónica (que es lo que significa fabordón), con la
melodía en tiple de la secuencia de Pascua Victimæ Paschali, justo hasta
donde empiezan las palabras Dic nobis Maria.
Entonces, ¿por
qué se ha intitulado la pieza Dic nobis María? En mi opinión, y tal como
expresamos en nuestra edición de dicha pieza (Ausgewählte Werke, pág.
59), esta podría ser para alternar con el canto de la segunda parte de la
secuencia. Se ha intitulado no con lo que es, sino con la parte de la pieza
adyacente, con la que alterna. Se trata por tanto de una sinécdoque.
En efecto, el texto de esta secuencia tiene dos
partes, la primera expositiva (“Ofrezcan los cristianos…”), la segunda teatral
(“Dinos, María, ¿que viste en el camino?..."). ¿Se cantaría esta segunda
parte del texto después de tocar el fabordón?
Hay datos que muestran que las secuencias se podían
sustituir por intervenciones del órgano: Un ceremonial de 1591 dice que “Las
prosas muy largas se podran tañer a versos, de tal manera que las comiencen los
cantores, y las prosigua el organo alternatiuamente con el choro” (Fray
Francisco de Cáceres, Ceremonial de los oficios divinos, Toledo: Pedro
Rodríguez, 1591. Citado por Miguel Bernal en "El papel de la música de órgano en la liturgia a través del testimonio de Fray Francisco de Cáceres", Ars et Sapientia 11, agosto 2003. Descargar artículo haciendo click aquí.
También Correa incluye versos para la secuencia Lauda
Sion (Francisco Correa, Facultad Organica, Alcalá, Antonio Arnao,
1626, ff. 199-201v. Edición moderna Miguel Bernal, Madrid, SEdeM 2013, pág.
158-163).